Opinión

La película del bien y el mal por el reino mísero del Palacio Tayrona en 3D

En esta película real y en 3D de la política que se escenifica por estos días en el Departamento y cuyo final solo se conocerá el próximo 27 de octubre, después de las 6:00 de la noche, en el que el Mello hace el papel del villano bueno que busca un final feliz nunca antes visto ni siquiera en ninguna producción cinematográfica de Hoollywood y el otro coprotagonista de nombre Carlos Caicedo, el redentor o salvador, lucha contra el villano para que las fuerzas del mal no sigan en el poder y así reivindicar a un sufrido pueblo olvidado y dejado en la miseria por el doctrinamiento de los dos últimos gobiernos, los medios también están desespeñándose con un libreto adulador y de desinformación a la vez.

Cuando hablamos de medios no solamente incluimos los tradicionales impresos, televisivos y radiales, también los digitales y redes sociales, estos últimos los más afectivos y efectivos por cuanto no solamente son más inmediatos, sino que también tienen una interacción de respuesta instantánea, menos restringida y espontánea, que perjudica más al villano que al liberador.

De ahí que nos ha tocado ver como espectadores de esa película real, cómo los medios de comunicación, sin importarles un carajo su reputación y credibilidad, masifican las mentirosas promesas del actor villano y atacan las del que interpreta al bueno. Sin embargo, al actor benévolo también se le han sumado y hasta de gratis unos medios que no están de acuerdo con que las fuerzas del mal continúen en el poder, gobernando eternamente a un pueblo al que no se le ha visto ni una pizca del progreso que el villano descaradamente ha vuelto a retomar como bandera política para volver a convencerlos de que él, esta vez si, después de ocho años de gobierno, hará que el progreso les llegue en los próximos cuatro años.

No obstante, esa ha sido su gran estrategia política durante toda su infausta y presente campaña proselitista, ya que, ante una nula lista de obras qué mostrar y unas rotas relaciones con el pueblo por sus incumplidas promesas cuando estuvo por primera vez como gobernante y ni siquiera cuando estuvo su tía sucesora, el actor villano y su séquito de asesores, idearon esta vez como única alternativa que le queda para volver a reconciliarse con sus electores del año 2011 y convencer así a nuevos incautos pendejos, una gran estrategia apocalíptica basada en la mentira, con el fin de regresar al poder en el reino mísero del Magdalena y continuar con la descendencia familiar en la más importante silla del Palacio Tayrona.

Solo él, el villano y quien quiere ser el bueno a punta de mentiras, solamente tiene que representar muy bien su papel de intérprete y por eso tal vez se acompaña de su novia actriz. Sin embargo, no solamente su roll consiste en pararse al frente de una multitud y ponerse a tirar sus mentirosas promesas, sino que también debe mostrarse sin odio ni resentimientos con nadie y mucho menos con su más cercano contrincante: el actor con el papel que se ganó como redentor bueno.

Mientras tanto, el equipo de asesores estratégicos del villano bueno se encarga por debajo de cuerda y a toda costa, de llenar de odio y resentimientos al rival a vencer, en este caso el coprotagonista redentor, el otro aspirante con tremenda lista de obras qué mostrar y unas muy buenas relaciones con el pueblo, caídas en paracaídas por como las dejó el maligno villano.

Muchos, en su gran mayoría del pueblo, están con el actor que interpreta el roll del salvador, mientras que unos cuantos, en su mayoría los que han comido los últimos ocho años con la actual herencia gubernamental del desdichado reino magdalenense, tercamente no quieren aventurarse a perder sus intereses por un inestable pueblo, pese a que ya despertó y se quitó la venda que le tapaba los ojos desde hace 200 años.

La hora final de la redención de ese pueblo inhóspito y sufrido está cada vez más cerca. Es la última y única oportunidad que tienen en sus 500 años de existencia. Es ahora o nunca, la batalla final de un despertar siempre soñado durante los últimos 200 años. Los astros se alinearon, las estrellas se confabularon y la caída de un imperio maligno está cada vez más cerca.

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