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La pandemia de la politiquería en el Magdalena, otro coronavirus

Nuestra peor pandemia es la politiquería que aquí tenemos, porque han dejado solos a los gobiernos de turno, por no compartir su ideología política y su forma de gobierno y porque no están recibiendo mermelada, cargos, prebendas y contratos.

Por: Jorge Luis Urbina Mejía

El dolor de la muerte y los estragos del coronavirus, nos queda única y exclusivamente en la carne, quienes, hemos vivido y experimentado este cruel azote que inunda a la humanidad en estos momentos en pleno siglo 21.

Muchos han sido inconscientes y otros todavía lo son, porque piensan que este virus no los tocará, hasta el momento, en que el enemigo oculto, invade su cuerpo y silenciosamente durante 5 días va tomando posesión de él, hasta que ya no queda nada que hacer, sino recordar que hay un Dios en el cielo y tenemos que clamar a él.

El covid-19 nos ha quitado a nuestros seres queridos: Padres a algunos, hermanos o parientes. Seguro que, a todos amigos muy cercanos se despidió de esta vida, como consecuencia de este invasor que llegó sin pedir permiso.

Mientras esto sucede, el mundo está muy desapercibido, como en los tiempos de Noé: En matrimonios y fiestas, en desordenes, parrandas y reuniones sociales; mientras nuestra economía se desploma y muchos lloran a su pariente en las Unidades de Cuidados Intensivos, Intubados y con ventiladores, que muy poco harán para salvar la vida, porque el Coronavirus no tiene remedio.

Este relato, no es mentira, es la cruel y dura realidad, de quien aún experimentamos en dolor y las consecuencias del coronavirus en nuestra vida, casa, hogar, familia y parientes.

Y mientras esto sucede, lamentablemente en el caso de Santa Marta y el Magdalena, aumentan cada día más y más los casos de coronavirus y de muertes por este virus que no se sabe si realmente es una pandemia o algo peor del mismísimo diablo.

Nuestra peor pandemia es la politiquería que aquí tenemos, porque han dejado solos a los gobiernos de turno, por no compartir su ideología política y su forma de gobierno y porque no están recibiendo mermelada, cargos, prebendas y contratos.

Los políticos que hoy están en los Entes coadministrativos a nivel nacional, regional y local; han dejado solo a este pueblo, a toda una comunidad que los empoderó para que nos representara y exigiera nuestros más mínimos derechos legales y constitucionales; como es el derecho a la vida y a la salud.

Pero estas personas todavía piensan en su ignorancia y mezquino parecer, que por ser concejales, diputados, representantes a la cámara y senadores; el pueblo les debe algo y se deben arrodillarse a sus pies.

Estos politiqueros de turno, indolentes con el dolor ajeno, deberán entregar cuentas a la humanidad, pero especialmente a Dios en su debido momento porque solo les interesó su bien personal.

Las Sagradas Escrituras, no se equivocan. Estos politiqueros también son sepulcros blanqueados y ante el juicio de Dios, tendrán que comparecer.

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