Cuando yo era joven, nunca tuve la oportunidad que hoy tienen los jóvenes de expresar sin censura su opinión con relación a lo que se piensa de algún politico o gobernante.
Como existían solo los medios de comunicación tradicionales, expresar en ellos lo que pensabas en contra de algún dirigente, tenía muchas restricciones y casi nunca se publicaban, pues como todo el mundo lo sabe: los políticos y gobernantes suelen usar el dinero del pueblo y su influencia, para someter a los medios. Todavía es la hora que pocos de esos medios no se dejan someter.
No obstante, la llegada del Internet y las redes sociales, le quitó ese monopolio a los periódicos, revistas, radio y televisión.
Aunque todavía hay políticos que siguen con ese viejo vicio de someter a los medios tradicionales cada vez menos influyentes, empleando grandes sumas de dinero en una clara muestra de despilfarro del dinero público.
Ahora, evitar que se publique una noticia negativa de un gobernante es más complicado. Antes era más fácil, porque solo había que llamar al dueño del medio.
Hoy se tendría que llamar, además, a los propietarios de las miles de páginas de web y de Facebook noticiosas que existen por todo el Internet con más seguidores y lectores que los casi obsoletos medios tradicionales. Además, por el Internet, la información corre más rápido y le llega a todo el mundo en un click y a sus manos.
Por eso, en estos tiempos, los jóvenes tienen la oportunidad de expresar lo que piensan o mostrar sus ideas de forma más sencilla y libre y no como se hacía antes, por cuanto era la única posibilidad que había por tantas restricciones en los medios tradicionales: Algunos se fueron para el monte a enrolarse en la guerrilla y otros se quedaron en las ciudades o pueblos, intentándolo de forma solitaria y a su modo, pero ambas maneras resultaron peligrosas, por cuanto muchos perdieron sus vidas: En el monte a manos del Ejército o la misma guerrilla y en las ciudades o pueblos a manos de los paramilitares.
Por eso digo que no todo tiempo pasado fue mejor. En el tema que hoy trato es la excepción y eso se debe a la diversidad comunicativa que hay en la actualidad. No obstante, “cuando estés en la abundancia, acuérdate de la calamidad”, dice el refrán y como escribió Don Quijote hace varios siglos: “”No hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de todas las ciencias”.
Por Álvaro Cotes Córdoba
