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La crisis ética de Caracol Radio en Santa Marta

Con la revelación de un contrato que compromete la línea editorial del medio de comunicación.

Hace algunos días se dio a conocer un contrato por $1.600 millones de pesos y que fue firmado entre la Alcaldía de Ciénaga y una iglesia cristiana cuyo representante legal es Yurissa del Castillo, la esposa del director de noticias de Caracol Radio Santa Marta, Víctor Polo.

Si bien el hecho llamó la atención por el monto y la persona que firma el contrato, de ese no puede presumirse una relación directa con el manejo editorial de esa emisora, más allá de lo curioso que sea Luis Tete Samper, el alcalde de Ciénaga (opositor a Caicedo) quien contrata con la esposa de un periodista que también ha hecho oposición al actual gobernador del Magdalena a través de su noticiero.

Sin embargo con este debate ha salido al ruedo otro contrato. Uno que sí es explícito y que revela la crisis ética de esa emisora, perteneciente al grupo Prisa.

Se trata del contrato 887 del 4 de febrero de 2020 firmado por Erika Alvarado Caro y Tomás Diazgranados, gerente del Hospital Julio Méndez Barreneche HUJMB.

En ese contrato se especifica que la contratista realizará servicios de publicidad y propaganda alusivos a los servicios de salud que ofrece el hospital.

Lo primero es ¿por qué una periodista de una emisora radial, que por supuesto le pagan, tiene que firmar un contrato de publicidad con otra entidad? Recordemos que el hospital Julio Méndez Barreneche en ese momento era todavía manejado por el grupo político de los Diazgranados, opositores al gobernador Carlos Caicedo.

Pero eso se queda en pañales con lo que se puede evidenciar en el contrato en mención.

Cuando los contratistas inician un nuevo proceso contractual deben aportar algunos documentos, entre ellos una propuesta de sus servicios. Resulta que la de este contrato en mención es una falta a la ética desde cualquier punto de vista.

En la página 12 del folio contractual de Erika Alvarado aparece dicha propuesta en la que dice que en su calidad de corresponsal y editora de Noticias de Caracol Radio a nivel nacional “pongo a consideración del Hospital Universitario Fernando Troconis (como se llamaba hasta hace poco el HUJMB) esta propuesta para el manejo de toda información oficial que emita su oficina de comunicaciones y Relaciones Públicas, que sirva de insumo para posicionar la imagen y buen nombre de sus labores en el norte de Colombia”.

Pero lo más grave se lee después: “Esta propuesta contempla el tratamiento cuidadoso de toda información que se genere sobre el hospital y que pueda impactar la opinión pública en Santa Marta y el resto del país”.

En otras palabras: la periodista les decía que con ese contrato, aparentemente, podría manejar la información en Caracol Radio que fuese sensible a los intereses del centro de salud departamental.

Esto habla de la crisis ética que viven los medios de comunicación a nivel nacional y también a nivel local.

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