Colombia

¿En qué momento la Asamblea del Magdalena se convirtió en una cloaca?

A partir del acto en el que, con insultos, los diputados obligaron a la salida de diversos secretarios de la administración departamental.

La pregunta con la que inicia este artículo no es gratuita. Los últimos hechos alrededor de la cada vez más oscura Asamblea del Magdalena han puesto a pensar a la opinión pública local sobre si esta institución, otrora respetable, tiene un afán de desestabilizar a la administración departamental que encabeza Carlos Caicedo.

El nivel de los debates es realmente bajo y ruin. Los insultos, las malquerencias de los diputados, habla de su escasa o nula educación.

Esta situación de insultos, de interrupciones indebidas, de acusaciones sin fundamento y de juicios de valor totalmente infundados hizo que Fredy Julián Cortés, Luis Guillermo Rubio y Lorena Martínez, secretarios de Desarrollo Económico, del Interior y Educación respectivamente, abandonaran recientemente la Asamblea Departamental en medio de un debate de control político.

¿Usted acaso aguantaría que le interrumpan la palabra cuando quiere entregar una explicación, que tergiversen sus palabras, que inventen cifras o datos para dejarlo en ridículo y que encima de todo le griten ‘rata’ o ‘guerrillero’ en medio de una sesión que se presume alturada?

Es seguro que quien lee estas líneas está de acuerdo con ello. Nadie lo soportaría y una salida digna y respetuosa es irse. Eso lo hace la gente con decoro y no las ratas de alcantarilla, como dijo -probablemente en una traición del subconsciente- la diputada Elizabeth Molina Campo.

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