Los Cotes, los Diazgranados y otros más, entre los ocultos y públicos, que no querían tener como su gobernante a Carlos Caicedo, ahora tendrán a dos Carlos Caicedo pa’ que respeten, como quien dice: “Al que no le gusta el caldo que le den 2 tazas”.
Sin embargo, los arriba mencionados y unos medios de comunicación que vendieron su credibilidad al mejor postor, no se resignan aún a la decisión histórica que tomó el pueblo el pasado 27 de octubre y prefieren seguir tercamente con una batalla que ya perdieron por no estar sintonizados con la realidad.
Algunos de ellos lo hacen por animadversión, otros por plata y unos cuantos por mala información. De cualquier forma, quieren seguir aferrados a una causa que ni ellos mismos comparten, pero que defienden por sus propios intereses.
Saben que la voz del pueblo es la voz de Dios, que los de antes fueron los peores gobernantes, con cuyas administraciones el pueblo no avanzó, pero prefieren continuar en la posición que los ha beneficiado en los últimos ocho años con millonarios contratos.
El gran golpe de opinión que se gestó ese inolvidable 27 de octubre todavía no lo asimilan como tal e igual no ocurre en las huestes del líder que los apabulló, en donde la tienen bien clara y saben que los tercos derrotados referenciados seguirán tratando de deformar la realidad para su beneficio propio.
