Cuestionado  veedor ciudadano

En los últimos días se ha mencionado a un supuesto veedor ciudadano de Santa Marta que, en medios de comunicación nacionales es utilizado para “revelar las verdades de la ciudad”, pero que solo ha sido un instrumentalizado personaje perteneciente a los sectores tradicionales de la ciudad.

El cuestionado veedor, que legalmente posiblemente  no lo es, fue candidato a cierta corporación popular y en aquella ocasión no expresó ni un solo argumento político y solo ataques personales hacia sus contendores. El resultado: ni el umbral para ocupar una curul.

El cuestionado veedor, que trae argumentos rebuscados cada vez que quiere promover algún debate en la ciudad y que, como hemos dicho, un sector de la política tradicional instrumentaliza para posicionar en medios de comunicación nacional, vive de exhibirse para decirle a una ciudad: “¡heme aquí!”.

El cuestionado veedor constantemente critica a los demás por las supuestas faltas que cometen pero no acepta para nada cuando las hace. Por ejemplo, cuando toda la ciudad estaba volcada a limpiar el centro de publicidad política este falso veedor, a los pocos minutos, aprovechaba los espacios limpiados para promover su defenestrada aspiración política.

Este cuestionado veedor, cuando no se desnuda frente a la Megabiblioteca o la Alcaldía provoca e insulta a los seguidores de otras opciones políticas, especialmente los vinculados al movimiento Fuerza Ciudadana, está con un flotador o un kayak por la Avenida Santa Rita para llamar la atención y decir que la ciudad se inunda cuando no es así. Más turbulento fue el episodio que todos conocen en el río Manzanares.

Esta persona que hemos descrito, que no tiene credibilidad, pero que todos ustedes tienen referenciada, es la muestra auténtica de cómo la clase política tradicional de esta ciudad cree que somos y debemos ser tratados: como un primate.