Especiales

Covid19: La Esperanza de un Mundo Mejor.

Carlos Payares González

La pandemia de Covid19 ha mostrado lo que a veces los analistas no son capaces de mostrar: el panorama de desigualdad e inequidad y el precario papel del Estado en muchos países en cuanto a la resolución de los problemas y la satisfacción de las necesidades en nuestras comunidades, en especial, en aquellas franjas poblacionales que son las más vulnerables. La pandemia también es una ventana que puede ser aprovechada para generar y consolidar cambios estructurales que están requiriendo muchas de nuestras sociedades, especialmente, en procura de una política que sea redistributiva del ingreso y ofrezca las mejores oportunidades.

Es bien sabido que la región latinoamericana es una de las más desiguales del Mundo. Una región que después que pase la pandemia de la Covid19, con seguridad, va a ser aún más pobre, problemática y necesitada. La crisis de la pandemia puede servir para que nuestros políticos permitan la existencia de instituciones fuertes, operativas y transparentes, y abran de una vez por todas sus parpados para poder desplegar una mirada mucho más objetiva de las cosas que nos han venido afectando. Sin embargo, es necesario reconocerlo, agazapado detrás de cada carencia y dolor de nuestros pueblos estará también la corrupción, la demagogia y el populismo para convocarnos al truculento festín del engaño y la expoliación.

Necesitamos de democracias fuertes con un Estado que promueva la participación, la igualdad y que proteja a los ciudadanos en el goce de sus derechos. Que convoque a la gobernanza o actuación incluyente a las diferentes ciudadanías. Necesitamos de soluciones novedosas ante un impacto morbi-mortal como la Covid19 que ha sido para varias generaciones un fenómeno algo extraño. La pregunta que debemos hacernos es la siguiente:

¿Qué políticas sociales y públicas necesitamos construir para mejorar la situación de los barrios y pueblos más vulnerables? Todo indica, de volver a seguir haciendo más de lo mismo, que los pobres de antes del Covid19 van a ser aún más pobres. Y, por lo tanto, cada vez más socavada su dignidad.

La pandemia no se ha desplegado de la misma manera entre los países del primer mundo y los del tercer mundo. Mucho menos ha sido igual en aquellas zonas que representan por sus indicadores socio-económicos el cuarto mundo.

La pandemia encontró un mundo con graves problemas: Una pobreza extendida (la mitad de los habitantes del mundo son pobres) bajo una desigualdad abismal, un calentamiento global derivado de la contaminación por gases que pareciera no tener fin, un mundo todavía plagado de racismo y discriminación, con una expansión de modelos de gobiernos que son populistas y retrógrados. Y tenemos que agregar la existencia de unos sistemas de salud deficitarios o precarios en todos los sentidos que no han podido responder de la mejor manera posible ante la enfermedad. La pandemia, por lo tanto no ha afectado por igual a las diferentes naciones ni a los diferentes sectores o franjas poblacionales.

Los resultados del número de víctimas demuestran como la tasa de letalidad ha sido diferencial. El 40% de la población no tiene ni agua potable ni jabón para lavarse las manos.

La población de América Latina no tiene posibilidad de un distanciamiento social porque una franja significativa vive en hacinamiento. El uso de las mascarillas también ha sido desigual en cuanto a su número, calidad y uso. Es decir el enfrentamiento preventivo a la epidemia también es diferencial dada la vulnerabilidad de ciertas poblaciones o de ciertos individuos.

Existen por lo tanto precondiciones que son objetivas para establecer una diferenciación en la percepción, prevención, padecimiento y desenlace de la enfermedad.

Este es un dato duro: América Latina representa el 8% de habitantes del planeta y tenemos aproximadamente el 50% de las víctimas por Covid19 de todo el mundo. Necesitamos hacer uso de las ciencias de una manera interdisciplinaria con transparencia para poder palear de la mejor manera posible la pandemia.

América Latina es la región más desigual con un impacto negativo sobre la salud de sus habitantes. El 38% de su población es pobre y el 40% de esta se encuentra en pobreza extrema.

Con hambre no es posible hablar de un impacto más constante y descendente contra la pandemia.

Lo más posible es que en un año (o menos) habrá un arsenal de vacunas y de medicamentos contra el Covid19, sin embargo, existirán tal vez escasas medidas contra la pobreza y el cambio climático. Mueren 15 mil niños por día por desnutrición y por falta de agua potable. ¿Qué vamos a hacer con la discriminación de género y de raza o de etnia? ¿Qué vamos a hacer contra la violencia domestica básicamente contra la mujer y los niños? Esta terrible realidad de la pandemia nos debe servir para generar vectores de esperanza.

Los movimientos cívicos o ciudadanos juegan un papel preponderante en lo que sucede en la política. Debemos generar un cambio en la conciencia colectiva para erradicar la pobreza, las discriminaciones, las desigualdades y el deterioro del medio ambiente. El futuro está en una ciudadanía con nuevos valores o principios, especialmente, en las mujeres y los jóvenes.

La educación tiene un poder sustancial en el desarrollo humano. Todo depende del credo de valores que el sistema educativo incorpore en la conciencia de cada uno de nosotros. Es la educación el mejor “antivirus” contra la pobreza, las enfermedades y el calentamiento global. La pandemia obliga a desechar aquellos elementos de los contenidos y de los modelos pedagógicos que son innecesarios e ineficientes. Nos educamos para vivir mejor en esta vida. Toda la sociedad debe ser educada. Y la sociedad también nos educa. El conocimiento debe ser una agenda de desconcentración y de simplificación. El pico de la desigualdad de la historia es determinante también del pico de la Covid19. Si no queremos que el virus continúe reproduciéndose, debemos también evitar que las desigualdades se reproduzcan o, peor aún, se profundicen mucho más. La desigualdad es la peor pandemia. Es crucial.

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