Magdalena

LA CELADA DE PABLO VERA PARA OPONERSE A CAICEDO

Como maquiavélico podemos definir el actual matrimonio entre la mayoría opositora de los diputados de la Asamblea y el Rector de la Universidad del Magdalena; un matrimonio arreglado por la fuerza del odio y heredado de la anterior relación política también incestuosa, que existió por 4 años entre los Vera, que dirigen la casa de estudios y los Cotes, cuyo reinado en la Gobernación del Magdalena terminó con la llegada de Carlos Caicedo. La celada que corresponde por definición a un engaño o fraude dispuesto con artificio o disimulo, inicio en 2019 justo después de advertir que los Cotes habían perdido las elecciones, y por tanto ya no tendrían la comodidad para disponer a su antojo de los recursos del Departamento y por supuesto no garantizarían más las cuotas de manejo necesarias para aceitar la burocracia que los mantuvo en el poder esquilmando los recursos de los Magdalenenses para beneficio propio.

La relación entre los miembros de la mayoría de la Duma departamental y el Rector de la Universidad se fundamenta en la necesidad de frenar a todo lugar y por cualquier método y forma posible el avance Caicedo; con una buena gestión del actual gobernador no solo quedaría expuesta la incapacidad de las clases políticas y clanes familiares para ofrecer una educación superior gratuita y de calidad, como también la misma incapacidad de Pablo Vera por avanzar en sus cuatro años de Rectoría en este propósito, y para ello se ha dispuesto de la Universidad como una de las pocas bolsas de empleo que podrán usar los políticos para cumplir sus cometidos de torpedear el gobierno del cambio.

Por su parte, en los últimos días del 2019 Pablo Vera logró que la saliente Gobernadora y el Consejo Superior de la Universidad modificaran el estatuto general de la misma, a fin de cercenar cualquier posibilidad de participación activa de Caicedo en la definición de los destinos de la Universidad; hoy el Gobernador es un invitado más en el Consejo Superior y aunque lo preside, no puede citar a sus sesiones y menos sugerir la aprobación de acuerdos que favorezcan a los estudiantes y comunidad académica, tal y como quedó demostrado al ser derrotada su propuesta de dar a los estudiantes de la Universidad el 100 % de exoneración en la matrícula para paliar los estragos económicos generados por el COVID-19. En los últimos cuatro años Vera se sintió cómodo con la forma como la Gobernadora Cotes se relacionaba con la Universidad quien solo pedía puestos y contratos; ahora que tiene la posibilidad de trabajar de la mano de un gobernador como Caicedo que quiere llevar la Universidad a los municipios del Magdalena y aumentar la cobertura de la educación superior, forma alianza cerrada con quienes no les interesa para nada que esto suceda, los políticos que por años han mantenido al Magdalena entre los departamentos más atrasados y pobres del país.

Mientras que, por su lado, la Asamblea departamental en el proceso de aprobación del presupuesto 2020, eliminó toda posibilidad de hacer transferencias, traslados, adiciones o modificaciones en los rubros, con lo que se le negó la opción al Gobernador de hacer cualquier cambio en el mismo, facultad de la que si disfrutaba la gobernadora Cotes en su momento. Para explotar favorablemente la nueva alianza entre la Asamblea y el Rector de la Universidad, se aprovecha que la gobernadora Cotes, no se sabe si de forma premeditada no giró los recursos, que por concepto de recaudo de estampilla en el mes de diciembre de 2019 le corresponde a la Universidad del Magdalena, dejándolos pendientes para que el nuevo gobernador hiciese el trámite de incorporación de estos recursos al presupuesto 2020 y su posterior giro a la Universidad. Cosa que no puede hacer porque ya la Asamblea había quitado cualquier posibilidad de adición. Para el Gobernador no queda más, que mediante proyecto de ordenanza solicitar a la Asamblea la adición al presupuesto del 2020 los recursos no causados en el 2019 para poderlos girar a la Universidad, facultad que ya fue negada en el mes de mayo por la Duma departamental.

Allí se configura uno de los criterios de la celada, la gobernadora Cotes no giró lo recursos en su tiempo, el gobernador Caicedo no los puede girar por falta de autorización, la Asamblea se niega autorizar y la Universidad envía sendas e insistentes cartas al Gobernador actual reclamando dichos recursos, nunca se ha dicho por parte de Vera que la que debió girar en su momento fue su vieja aliada, la gobernadora Cotes; pero también en lugar de pedir a la Asamblea que se digne autorizar el trámite de adición, se pretende arrinconar a la gobernación haciendo parecer que los recursos no se han girado por falta de voluntad. El círculo de la celada se cierra cuando en la ecuación entran medios de comunicación, periodistas y portales con contrato en la Universidad del Magdalena reclamando insidiosamente a la Gobernación por el no giro de los recursos.

La alianza maquiavélica formada entre el Rector de la Universidad y la mayoría opositora de los diputados, debuta de local ahora cuando el gobernador debe acudir a la Asamblea para lograr la autorización necesaria con el fin de ayudar a los estudiantes de la universidad para completar el 100% de los recursos necesarios para lograr la matricula cero.

Con el mismo y calcado modus operandi, Vera envía sus acostumbradas y extensas cartas al Gobernador insistiendo que aporte recursos para la gratuidad en la Universidad del Magdalena durante el semestre 2020-II, y se apoya de los periodistas alineados en su nómina para hacer parecer a Caicedo como indolente ante la situación de los estudiantes universitarios. Nunca hemos visto una sola línea de Vera solicitando a sus amigos de la Asamblea la aprobación de este fondo que le daría a la Universidad $ 3.500 millones de pesos para completar la matricula cero, pero que también dotaría a la Universidad con recursos adicionales a partir del 2021 para llevar la Universidad a los municipios del Magdalena. El rector Vera se queda callado frente a la negativa de aprobación del fondo anunciada de manera anticipada por la diputada Cláudia Aaron, quien además sorprendentemente y en un insulto a los estudiantes universitarios por parte de la Asamblea, fue nombrada como ponente del proyecto de ordenanza. No podemos esperar que la Honorable diputada cambie de parecer, cuando además está instrumentalizada por la Universidad del Magdalena a quien no le interesa que Caicedo tenga la facilidad para aportar estos recursos. Prueba de los vínculos perversos entre la Diputada y el Rector de la Universidad del Magdalena, es que este último le aseguró su cuota burocrática al contratar en la Universidad con recursos públicos a su pareja y su hermano como constata en el link

http://siaobserva.auditoria.gov.co/guess/informeA_guess.aspx#dialogMensaje

y buscar por Camilo David Pinedo Diazgranados y Luis Aaron Viloria.

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