Educación

Clases virtuales, equivocaciones y aprendizaje

Uno de los grandes desafíos del ser humano frente a la pandemia del Coronavirus lo han tenido que enfrentar la comunidad educativa mundial, entendiendo por comunidad educativa a las autoridades de este sector, rectores, docentes, estudiantes y padres de familia, quienes se han tenido que comprometer mucho más con el proceso educativo de sus hijos, ya sea en pre jardín o educación superior.

Pero sin duda el reto mayor ha sido para los países menos desarrollados, pues en las grandes naciones, las instituciones educativas cuentan con una buena base tecnológica y hasta experiencia para impartir este tipo de educación.
En el caso de países como Colombia, aunque se cuenta con instituciones que imparten clases a distancia a través de la tecnología, son pocas, y normalmente son de educación superior o técnica.

Respecto a las escuelas y colegios, ni tienen la tecnología, ni el personal preparado para enfrentar ese reto, ni tampoco los alumnos tenían experiencia en este tema, en conclusión, es un reto nuevo, en donde como es natural se han y están cometiendo muchos errores, pero también se está aprendiendo, tanto por parte de las autoridades educativas como rectores, docentes, estudiantes y los padres de familia.
Los docentes sienten la ausencia de sus alumnos, el control presencial del entorno, y los alumnos el contacto directo con el docente y con sus compañeros y amigos, pues la relación de amistad que nace en los colegios y escuelas es tan fuerte, que normalmente es para toda la vida.
En casa tanto el profesor como el estudiante tiene elementos distractores y al no estar “controlado” por su complemento, tiene la posibilidad de desviar la atención del objetivo principal de la reunión virtual.

La experiencia obligatoria ha servido para toda la población, porque a pesar de las limitaciones se ha salido adelante, porque se está continuando con los programas académicos, aunque naturalmente con algunas variantes necesarias, pues las limitaciones tecnológicas de muchos estudiantes y el poco conocimiento en el manejo de estas herramientas, incluso por algunos profesores, así lo exige, naturalmente falta mucho, porque nadie se había preparado para esta contingencia, pero queda algo muy valioso, la experiencia.

Clases virtuales, equivocaciones y aprendizaje

Uno de los grandes desafíos del ser humano frente a la pandemia del Coronavirus lo han tenido que enfrentar la comunidad educativa mundial, entendiendo por comunidad educativa a las autoridades de este sector, rectores, docentes, estudiantes y padres de familia, quienes se han tenido que comprometer mucho más con el proceso educativo de sus hijos, ya sea en pre jardín o educación superior.

Pero sin duda el reto mayor ha sido para los países menos desarrollados, pues en las grandes naciones, las instituciones educativas cuentan con una buena base tecnológica y hasta experiencia para impartir este tipo de educación.
En el caso de países como Colombia, aunque se cuenta con instituciones que imparten clases a distancia a través de la tecnología, son pocas, y normalmente son de educación superior o técnica.

Respecto a las escuelas y colegios, ni tienen la tecnología, ni el personal preparado para enfrentar ese reto, ni tampoco los alumnos tenían experiencia en este tema, en conclusión, es un reto nuevo, en donde como es natural se han y están cometiendo muchos errores, pero también se está aprendiendo, tanto por parte de las autoridades educativas como rectores, docentes, estudiantes y los padres de familia.
Los docentes sienten la ausencia de sus alumnos, el control presencial del entorno, y los alumnos el contacto directo con el docente y con sus compañeros y amigos, pues la relación de amistad que nace en los colegios y escuelas es tan fuerte, que normalmente es para toda la vida.
En casa tanto el profesor como el estudiante tiene elementos distractores y al no estar “controlado” por su complemento, tiene la posibilidad de desviar la atención del objetivo principal de la reunión virtual.

La experiencia obligatoria ha servido para toda la población, porque a pesar de las limitaciones se ha salido adelante, porque se está continuando con los programas académicos, aunque naturalmente con algunas variantes necesarias, pues las limitaciones tecnológicas de muchos estudiantes y el poco conocimiento en el manejo de estas herramientas, incluso por algunos profesores, así lo exige, naturalmente falta mucho, porque nadie se había preparado para esta contingencia, pero queda algo muy valioso, la experiencia.

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