Durante conversatorio constituyentes afirman que aplicando la Constitución se superará la crisis

Con motivo de los 30 años de la Constitución del 91, se realizó el conversatorio “30 años de la Constitución de 1991: Balance desde el Externado” que se realizó en la Universidad que lleva su nombre en donde miembros de la constituyente, académicos y expertos constitucionalistas coincidieron en la importancia de la carta política para enfrentar la crisis actual de protestas.

“La de 1991 es una Constitución viva, que permite curar los problemas de la democracia, como debe ser, con más democracia. Este aniversario nos llega en momentos especialmente difíciles: Una pandemia que ha traído dolor, penuria e incertidumbre, y un clamor de desesperanza en las calles que no hemos logrado entender. Sin embargo, la Constitución sigue siendo nuestro punto de encuentro y el faro que nos puede sacar airosos de esta enorme encrucijada”, dijo el rector Hernando Parra.

Por su parte la senadora y constituyente Aida Avella recordó que “veníamos de un marco de movilizaciones campesinas muy interesantes, de marchas donde estaban pidiendo tierra; paros cívicos, regionales y nacionales, que se repetían, en reclamo de lo que todavía se sigue pidiendo. También hubo una inmensa movilización de jóvenes”.

La también ex constituyente María Teresa Garcés Lloreda habló sobre los avances y las asignaturas pendientes de la carta política. “La Asamblea fue una integración participativa y diversa, en la que estaban representadas las regiones y todos los sectores de la vida colombiana. Por primera vez los indígenas, grupos guerrilleros que habían dejado las armas, sindicalistas, empresarios, mujeres, entre otros, eran escuchados”.

Precisamente, sobre la aplicación de la carta magna, la profesora y constitucionalista Magdalena Correa destacó que “siento emoción cuando oigo a cualquier grupo de manifestantes, jóvenes, indígenas, afros, iniciar sus reivindicaciones echando mano de la Constitución. ¿Qué tal que no existiera?, las cosas serían mucho más difíciles”.

Héctor Riveros, quien para la época fuera asesor de la Presidencia en la Constituyente del 91, coincidió en que en la década de los 80’s “teníamos era una sociedad levantada de muchas maneras en contra de la Constitución, mientras que, ahora, nos encontramos con una sociedad también levantada de muchas maneras, pero que pide que se aplique la Constitución. Un cambio enorme en términos de legitimidad”.

Finalmente, y como muestra de la importancia de la acción de tutela, incluida en la misma carta, el académico Néstor Osuna, constitucionalista, destacó que “casi que podríamos definir a la sociedad colombiana como ‘la sociedad de la tutela’.