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Ampliación de la calle 30 contribuye a la sostenibilidad ambiental del Distrito

La construcción de los 3 nuevos tramos de la calle 30 contempla la siembra de 1.800 árboles de 1.8 metros y plantas ornamentales sobre esta vía, separadores y otros espacios públicos de la ciudad.

Con la obra de ampliación de la calle 30, la apuesta por parte de los Gobiernos del Cambio no es únicamente mejorar la movilidad, sino también, proyectar a Santa Marta como una ciudad ambientalmente sostenible. Gracias a este proyecto, ejecutado a través del Sistema Estratégico de Transporte Público, se han logrado recuperar 36.000 metros cuadrados de ronda hídrica del río Manzanares, lo que ha hecho que Santa Marta cuente con un bosque urbano, el cual se extenderá con la construcción de los 3 nuevos tramos de esta vía.

Desde el inicio de la obra de ampliación de la calle 30, proyecto pensado por el hoy Gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, cuando fue alcalde de la ciudad en el año 2012, el cual tuvo continuidad con el ex alcalde Rafael Martínez y ahora con la alcaldesa Virna Johnson, se han adquirido 288 predios para la ampliación de la vía, con los cuales se ha logrado liberar al río Manzanares de aproximadamente 150.000 litros diarios de aguas residuales que producían estas viviendas, las cuales eran habitadas por familias compuestas entre 6 y 7 personas.

“Gracias a la adquisición predial y reasentamiento necesarias para realizar la obra civil de la calle 30, hemos recuperado la ribera del río Manzanares, del cual liberamos de recibir aproximadamente 15 piscinas olímpicas al mes de aguas residuales, producidas por 288 viviendas que han sido adquiridas hasta el momento, habitadas por familias numerosas”, indicó el gerente del SETP, Diego López Ortega.

Con la construcción de los 3 nuevos tramos de la calle 30, que comprenden desde la carrera 9 hasta la carrera 13, carrera 13 hasta la 13B y desde la 13B hasta la 17A, la Alcaldía sembrará 1.800 árboles de 1.8 metros y plantas ornamentales en la ronda del río Manzanares, separadores y otros espacios públicos de la ciudad. Con ellos, el sur de Santa Marta, tendrá un nuevo bosque urbano como el ya existente en la calle 30 entre la carrera 4 y 5.

“Se retirarán árboles que están ubicados sobre la vía para poder ejecutar la obra civil, de los cuales, hay enfermos, en riesgo de caída y otros son de la especie invasora Neem. Por supuesto compensaremos con nuevos árboles y con la siembra del bosque urbano, Santa Marta contará con un nuevo pulmón, más fauna, más flora, más vida, mayor producción de oxígeno y reducción de CO2”, afirmó, el Ingeniero Jaime Avendaño, Director del DADSA.

La gran apuesta de la alcaldesa Virna Johnson, a través del componente ambiental de esta obra ejecutada por el SETP, además de las siembras y jornadas de limpieza realizadas por el DADSA, y el programa Guardianes del Río de la OGRICC, es lograr que los samarios nuevamente se conecten con el río Manzanares, tal como ocurría en el pasado.

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